FALLECIÓ SAÚL ÁLVAREZ

Uno de los grandes proveedores de música de Bogota falleció víctima de un asma alérgica que en la noche del 15 de marzo lo atacó sin dar tiempo a una reacción médica.
Por El Fantasma Music.

Aunque los tiempos modernos nos han llevado a esta odiosa mediatez dónde día tras día ocurren toneladas de noticias, la muerte de este gran distribuidor de música ocurrida hace diez días es obligatoria en este blog. Y registro esta noticia a manera de homenaje, ya que quienes alguna vez entramos en su tienda debemos reconocer que con su partida se va uno de los melómanos más especiales de la ciudad, dejando un vació en esta telaraña musical que será muy difícil de reparar.

Quienes somos melómanos, deejays, coleccionistas, músicos, programadores de emisoras, amantes de los discos y de la música en cualquier genero sabíamos que disco que no se encontrara en su almacén “La Musiteca” del centro, era como un disco que no existía. Ese era el verdadero talento de Saúl Álvarez, conocer de música, oír de música y relacionarse con gente que amaba la música y seguía fielmente a sus artistas. Literalmente fue un hombre que vivió entre la los artistas, ya que en su tienda no había forma de poner otro estante donde se exhibiera una carátula más y donde los Cds y los acetatos raros de diferentes géneros, estilos, autores y países encontraban su lugar. Como su nombre lo indica, “La Musiteca” se convirtió en una especie de Biblioteca de Alejandría de la música donde había desde incunables y sagrados, hasta discos que también se encontraban en cualquier vitrina.

Muchos compraron rarezas conseguidas por este talentoso coleccionista; yo por ejemplo adquirí la caja “From Liverpool” de ocho discos en acetato de los "Beatles" y el disco de “Guns And Roses” “Appetite for Destruction” en su carátula original la cual había sido prohibida en Estados Unidos y en diferentes países, incluida Colombia. Esos eran los trofeos que Saúl Álvarez nos ponía de tentación y a los cuales no se les podía decir que no. Así no hubiese para las fotocopias, había para los discos y la pasión. Uno merodeaba su tienda, tratando de escuchar los pedidos de los demás, aprendiendo nombres en secreto, conociendo historias de conciertos, de discos imposibles con tirajes de los cuales sólo había 50 en el mundo y Saúl sorprendia diciendo: "y este de la vitrina es el número 29."

Así fue la vida de este "dealer"musical, que será recordado por mucho tiempo como uno de los grandes coleccionistas y melómanos de la capital, iniciador de las casetas de la calle 19 en el centro de Bogotá, donde hoy en día mutaron algunos locales al Centro comercial Omnicentro, lugar tambien de “La Musiteca”, donde Sául Álvarez conseguía el disco que ninguna discotienda en Bogotá nisiquiera podía llegar a imaginar, por que con él se hablaba en un idioma especial, casi de logia: el idioma de los amantes de la música y los discos.
Música en su tumba.
otros links relacionados: foto cortesia Caja de resonancia.

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